Un problema que se prolonga por años en la vida de una persona, independientemente de lo que sea, ha llevado a muchos a vivir en una frustración constante, la misma que genera desánimo en la lucha por vencer los problemas.
Muchas personas han llegado en ese estado anímico a la Iglesia Universal, pensando que era demasiado tarde para resolver aquello que no consiguieron, sin embargo, ellos fueron sorprendidos por una fuerza mayor llamada fe, que siempre tuvieron dentro de sí, pero que por falta de alimento espiritual la misma se encontraba debil, y a través de la constante participación en las reuniones, esa fe debil de tornó eficaz, capaz de llevarlos a experimentar los milagros que necesitaban para seguir con su vidas. Lea a continuación un relato de lo que la fe realiza.
Tenía tres años sufriendo
Todos estos años he venido sufriendo con un dolor de la parte posterior de la cabeza hasta la nuca, me tensa los hombros, lo que me impedía realizar cualquier tipo de movimiento en esa área, tenía que inyectarme para poder moverme sin dolor, pero después que pasaba el efecto de la medicina el dolor volvía.
Gracias a Dios desde que estoy participando en la Concentración de Fe y Milagros, donde he bebido el Agua Bendita por varias semanas, el dolor milagrosamente, a través de la fe, ha desaparecido.
Me siento realmente bien, puedo hacer los movimiento que antes no podía realizar debido al dolor.
En esta reunión he aprendido que no importa si los años de sufrimiento han sido muchos, pues si decidimos manifestar nuestra fe, conseguimos vencer todo aquello que es un problema en nuestra vida.