Vivir en una relación no es una tarea fácil, sobre todo en los días actuales, con tantas cosas para realizar y la presencia constante de la tecnología, que hace que muchas personas dediquen, cada vez, menos tiempo a sus parejas.
Internet, los celulares y los demás recursos tecnológicos facilitan la vida de las personas, pero el uso excesivo de todo eso, puede interferir en las relaciones afectivas.
Como por ejemplo las redes sociales, que se convirtieron en una manera de disminuir la distancia entre las personas que están de novias, pero que pueden llegar a ser un gran problema cuando la relación gira, solamente, alrededor de ellas, haciendo a la pareja cada vez más virtual y menos real.
Una investigación realizada por jóvenes estudiantes de Leeds Metropolitan University en Londres (Inglaterra), durante 2 años con aproximadamente 530 personas, reveló que para mantener una relación duradera, es necesario que las personas dejen de vivir en el mundo virtual y pasen a tener una relación en la que puedan mirarse a los ojos.
Una comunicación cara a cara y afectuosa, puede ser un poderoso medio de comunicación, más que manifestar afecto sólo a través de mensajes de texto.
Para el conferencista Renato Cardoso, una relación a distancia no es aconsejable para algunos, pues no todos están preparados para soportar eso. La pareja sólo tiene la conversación, entonces debe invertir en el diálogo para conocer mejor a la otra persona.
Mantener una relación seria a distancia es una gran prueba de carácter, hasta porque no es fácil para algunos mantenerse fiel, afirma.
Fracasé en mi primer matrimonio pensé que nunca iba a ser feliz
Como ya venía de un matrimonio donde mi ex esposa me maltrataba, cada ves que quería darle cariño ella me despreciaba y comencé a frustrarme, de esa manera estuve durante varios años, soportando esa situación e incluso asistía a terapias de parejas para ver si nuestra relación mejoraría, pero nada de lo que hacíamos surtía efecto, pues poco tiempo después nuestro matrimonio se deshizo, tomamos la decisión de divorciarnos.
Me convertí en una persona llena de miedos y dudas; incluso llegué a pensar que nunca iba a volver a ser feliz, a causa del primer fracaso que tuve.
Recuerdo que en varias ocasiones intentaba conocer a alguien, pero pocos meses después fracasaba porque mi forma de ser las alejaba de mí.
Cuando conocí el trabajo de la Terapia del Amor, pude ver que no podía entrar en una relación si yo primero no curaba mi interior, empecé a trabajar en sanar las heridas y me propuse ha cambiar mis actitudes, donde comencé a ser mejor persona, para todos los que estaban a mi alrededor.
Y Dios colocó en mi camino a mi esposa con ella tuvimos una hermosa relación, primero fuimos amigos, después de algunos meses comenzamos a salir y tomamos la decisión de casarnos para recibir la bendición en el Altar, oficializando nuestra relación delante de Dios.
“Recuerdo que cuando conocí a Alcides, mi esposo fue todo lo que yo le había pedido a Dios, un hombre que primero lo ame a Él y después a mí, porque sabia que si él colocaba a Dios en primer lugar nuestra relación funcionaria y así fue.
Es un esposo cariñoso y juntos resolvemos todos los problemas que surgen dentro de casa”, concluye la esposa.
Hoy gracias a Él puedo decir que nuestro matrimonio es una bendición, pues llevamos una relación en base a la Palabra de Dios”. Sr. Alcides, y esposa
Mi matrimonio estaba destruido
Llegué a la Iglesia Universal, con ganas de quitarme la vida a causa de los problemas que tenía dentro de mi hogar con mi esposo.
Las peleas y traiciones eran pan de cada día dentro de nuestra casa, aquello hizo que me convirtiera en una persona nerviosa, al punto que empecé a maltratar a mis hijos. Ya no tenía ganas de vivir y vi en el suicidio la solución para acabar con todos los problemas.
Fue así que en medio de todo ese sufrimiento recibí un periódico de la Iglesia Universal, pude leer varios testimonios de personas que pudieron restaurar su matrimonio y decidí ir.
Al llegar recuerdo que fui atendida por un Pastor, el cual me indicó que en la Terapia del Amor, podía curar las heridas del pasado y salvar mi hogar.
Sin dudar comencé a participar de las charlas, donde cada día aprendía algo nuevo y aquello trajo para mi resultados sorprendentes, comencé a ver una diferencia en mí y aquello se vío reflejado en mi hogar también.
Estoy muy agradecida a Dios por todo lo que hizo en mi vida, tengo paz y somos muy felices, gracia a Él todo fue transformado. Sra. María A.
Una reunión para resolver y prevenir dificultades en el área sentimental, este y todos los jueves en la Av. de las Américas 305, al Norte de Guayaquil, aquí usted podrá escribir y obtener más información.