El AMOR puede ser incondicional, pero la relación no lo es. Ni siquiera Dios, que nos ama perfectamente, acepta una relación con el ser humano sin ser tratado dignamente.
Vea lo que Él dijo en una ocasión a quienes Lo despreciaban:
“¡Oh, si hubiera entre vosotros quien cerrara las puertas para que no encendierais mi altar en vano! No me complazco en vosotros —dice el Señor de los Ejércitos— ni de vuestra mano aceptaré ofrenda”
Malaquías 1:10
El que realmente conoce el amor no acepta ser tratado injustamente. Si alguno dice que ama pero desprecia, maltrata, traiciona… este “amor” es diabólico, no es de Dios. Un “vete de aquí” a veces hace parte del proceso de autovaloración. Cierra las puertas, si es necesario, o ¡retírate! Para más detalles, vea el video(1min.).