No confíe en su corazón. El corazón es rebelde, solo quiere recibir y juzgar. Nunca está dispuesto a sacrificar su voluntad. Mientras tanto, cuando la persona tiene una fe inteligente, aun sabiendo que será injusticiada por causa de la Palabra, ella continúa rme, pues sabe en Quien cree. Como el apóstol Pablo afirma en 2 Timoteo 1:12 “porque yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.”
La fe inteligente hace a la persona razonar y obedecer la Palabra de Dios. Sin embargo, quien la recibe y continúa mezclándose con emociones, es engañado por la fe emotiva.
Existen personas que incluso salen felices de la Iglesia después de un culto, pero delante de un problema, ven que su fe se apaga y entran en desespero.
Muchas personas no quieren obedecer y quieren alcanzar bendiciones a través del sentimiento.
Muchas se apoyan en sus obras realizadas en la Iglesia para justificar sus actos, sin embargo se olvidan que hasta Judas que estaba al lado del Señor Jesús, lo traicionó.
Muchas personas no quieren obedecer y quieren alcanzar bendiciones a través del sentimiento.
Por lo tanto, examine su fe, para que usted no sea engañado por la voz del corazón. No quiera sentir la Palabra, apenas obedezcala y entregue sus voluntades a Dios.
“Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?” 2 Corintios 13:5