Las estadísticas de personas, entre jóvenes y adultos, consumidoras de sustancias tóxicas en el país va en aumento, como se puede constatar por distintos informativos en los medios de comunicación.
Los vicios no respetan edad, sexo, color de piel, ni estatus social, simplemente entran en la vida de las personas. Es lamentable ver a muchos jóvenes sumergidos en este mundo del vicio. Por esta razón los Ángeles de la Noche, se dirigen al sector denominado la entrada de la ocho, lugar muy vulnerable y concurrido, al norte de la ciudad de Guayaquil, en busca de estas personas que a pesar de trabajar en el comercio vendiendo golosinas y frutas, algunos gastan sus ganancias en el consumo de diferentes drogas, la cual los ha llevado a abandonar sus hogares y vivir a la intemperie, debajo de un puente.
Muchos jóvenes y adultos consumidores, son atendidos por los voluntarios de los Ángeles de la Noche, dirigidos por el pastor Gustavo, quien los orienta a través de la Palabra de Dios, haciéndoles entender, que sólo a través de la fe y entregando su vida a Dios, podrán salir del vicio.
Al finalizar, después de recibir las orientaciones por parte de los integrantes del grupo, se les brinda una deliciosa merienda y un vaso de agua aromática, preparada por los voluntarios.