La Iglesia Universal en su afán de ayudar a los más necesitados, ha implementado un trabajo especial que se lleva a cabo realizando visitas constantes a los Centros de Privación de Libertad, un grupo de voluntarios se prepara para realizar este trabajo tanto en el interior, así como en los exteriores del mismo.
Estos voluntarios semana a semana visitan este lugar llevando una palabra de fe, tanto a los internos como a los familiares que los visitan, ya que, si se analiza la situación de cada uno de los familiares de las personas que están recluidos, aunque se encuentren fuera de las paredes de este centro, internamente sufren un encierro espiritual, que en algunos casos los imposibilita a continuar normalmente con su vida.
Es por estos casos que vemos que la sociedad cada día va en decadencia, ya que la mayoría de los internos son padres y madres de familia, que por errores cometidos son apartados de sus hogares y los que sienten la mayor falta de ellos son sus hijos. La falta de una de las figuras paternas forma jóvenes rebeldes y sin valores que terminan recluídos por causa de las malas decisiones tomadas.
Para que esta situación no se siga dando, es que los voluntarios de la Iglesia Universal, le brindan apoyo también a los familiares, realizando pequeñas reuniones en los exteriores de los Centros de reclusión, para así llevarlos a conocer que no se encuentran solos, que existe una oportunidad para ser feliz, entregando su vida y colocando sus problemas en las manos de Dios, él operará el milagro y reconstruirá su vida y la de su familia.