Decidir entre, ¿mentir o no mentir? ¿Ser leal o desleal? ¿Chismear o ayudar? ¿Criticar o enseñar? ¿Odiar o amar? ¿Estar resentido o perdonar? ¿Avergonzar u honrar? ¿Irrespetar o respetar? ¿Desistir o perseverar? ¿Hasta cuándo pensaremos que el mal y el bien son apenas decisiones simples que hacemos, reacciones comunes a lo que sucede en lo cotidiano de nuestras vidas No, no y no. En realidad, el mal y el bien son dos elecciones que hacemos para nuestra propia eternidad, o sea, el mal siendo la voluntad del diablo y el bien, la voluntad de Dios. “Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos”. 1 Tesalonicenses 5:15 Escoja el bien siempre, aun cuando sea en contra de su voluntad o sentimiento.