Muchas personas sufren con la interferencia exagerada de los familiares en sus relaciones. El dicho popular dice que “una relación de hombre y mujer nadie mete su cuchara”, pero la verdad es que hay personas que, más allá de meter su cuchara, meten el juego de cubiertos: se entrometen constantemente en la vida y relación de la pareja.
El escritor Renato Cardoso, expresa que cuando eso ocurre su marido o esposa son maltratados por algún familiar, por ejemplo, es necesario que la pareja tome una actitud, pero con sabiduría.
Lo que recomendamos en esas situaciones es que el conyugue maltratado por los parientes, actúe con diplomacia. Usted puede ser educado, sin la necesidad de consentir la familia del otro y principalmente, debe parar de criticarlos. Todo eso necesita hacer por su pareja, y a cambio debe exigir de él que le proteja y esté de su lado, en casos en que reciba ataques.
La escritora Cristiane Cardoso concuerda que la pareja debe priorizar uno al otro, pues “por más apegado que sea a su familia de origen, cuando se casa debe colocar a su esposa o marido en primer lugar. Traten bien a los parientes uno del otro, pero prioricen siempre a ustedes dos” afirma.
Mi abuela interfería en mi matrimonio
En la relación de Víctor Hugo y Wine Rodriguez, ambos de 27 años, la interferencia sucedió por parte de la abuela de él: “Ella peleaba mucho conmigo, me llamaba de negra y relajosa”, detalla Wine.
Esas humillaciones trajeron muchos problemas entre los dos: “Cuando Wine lloraba, yo pensaba que ella estaba exagerando, y le daba toda la razón a mi abuela, no percibía que estaba permitiendo que mi familia la maltratase y partir de eso pasamos a pelear constantemente, ella exigía que diera la cara por ella y la defendiera, pero yo no quería ir contra mi pariente”, comenta Víctor Hugo.
Aunque las agresiones verbales eran constantes, sin embargo, la gota que derramó el vaso fue cuando la abuela de Víctor acusó a Wine de robo y él no supo qué hacer delante de esa situación : “Ella insinuó que yo había agarrado un dinero que le pertenecía e insistía en aquello. Eso me dejó muy mal, lloré y me enojé mucho, discutí con mi esposo, incluso llegué a decirle que no quería ver nunca más a la abuela de él, ya no la soportaba y no quería tener ningún problemas más con ella”, revela Wine.
En el domingo siguiente a ese episodio, cuando fueron a la Iglesia, el pastor los invitó para que ellos participaran de la Terapia del Amor y decidieron hacerlo, por el bienestar de la relación.
“Por medio de las charlas percibí que estaba actuando de forma incorrecta, por el hecho de no defender a mi esposa. Yo era el mayor culpable de toda esa situación, por eso estaba casi perdiéndola. Pasé a valorizarla y a priorizar mi matrimonio, y cuando mi abuela vio eso, ella mejoró su forma de tratar a Wine, dejó de entrometerse y los problemas acabaron. Hoy, nadie más tiene el poder para interferir negativamente en nuestra relación. Aprendimos a darnos prioridad”, concluye Víctor.
Si su relación también ha sido perjudicada por causa de la interferencia de terceros, participe en la Terapia del Amor y sepa como vencer ese problema, las charlas se llevan a cabo todos los jueves, a las 7H, 10H, 15 y especialmente 19H, en el Templo de la Fe. Para más información visite nuestro fanpage: Terapia del Amor Ecuador