En la prueba de la fe todos están en las mismas condiciones de ser aprobados porque la prueba es según la capacidad de cada uno.
Los reprobados no pueden culpar a nadie sino a sí mismos, ya que Quien hace la prueba es JUSTO y la fe lo JUSTIFICA.
De hecho, sin ser probada y aprobada la fe se torna teórica y sin beneficio práctico.
Cualquier persona afanada o desesperada por un sueño apuesta todas sus energías, su pensamiento, su fuerza para realizar tal sueño.
Y, ¿por qué?
Porque tal sueño es la cosa más preciosa del mundo para ella. Su sueño se torna la razón de su vivir. ¡Es el caso de los atletas de las olimpíadas! ¡Dudo que haya alguna cosa más importante en la vida de ellos que el conquistar la medalla de oro! Lo mismo se da con otros soñadores que están dispuestos a todo por el éxito, fama, dinero, casamiento, en fin, el reconocimiento del mundo.
Pero, hay algunos pocos que sobre todo están dispuestos a cualquier sacrificio para ser MARCADOS, MOLDEADOS O SELLADOS CON EL ESPÍRITU SANTO.
Ahora, el Señor Jesús también pone a prueba a aquellos que quieren ganar La CORONA DE LA VIDA ETERNA.
¿Qué hay de más precioso en este mundo para usted?
¿Cuál ha sido su mayor prioridad en esta vida?
¿Lo que usted daría por el rescate de su alma?
“¿Qué recompensa dará el hombre por su alma?” Mateo 16:26 “
Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” Apocalipsis 2.10
¿Qué es lo que usted ha realizado para recibir el Espíritu de Dios?
¿Cuál ha sido su sacrificio para ser sellado con el Espíritu Santo? ¿Cuál ha sido su APUESTA EN LAS PROMESAS de Dios?
Tentar a la suerte no resuelve. Ensayar no resuelve.
La Palabra de Dios no es un juego en el que se arriesga. ¡No! ¡Mil veces, no!
Quien cree va con todo porque no tiene miedo de errar.
Muchas personas han apostado en nuevas relaciones conyugales y han fracasado. Mas ellas no desisten, ¿no es lo mismo?
Porque confían que un día PUEDE dar cierto…
Ni siempre el pueblo de Dios ha apostado TODO en su salvación. Por eso, es común ver creyentes endemoniados por este mundo allá afuera.