“Tengo 36 años y estoy completamente frustrada, sé que necesito salir de esta etapa, mi corazón esta más que herido con un casamiento sin sentido. No quiero esconder nada a mi hijo pero el ve las cosas suceder y las siente también. Tengo la visión de que todo lo que mi mamá pasó con mi padre hoy me pasa con mi marido. No se qué hacer, porque en el fondo tengo un miedo de no poder sobrellevar las responsabilidades de una separación y asumir sola el papel de hombre y de mujer de la casa…”
Esa sensación de estar reviviendo la misma escena que con usted esta sucediendo por la primera vez nos deja paralizada en “punto muerto”. La verdad es que el miedo de fracasar acaba recreando una situación que, por los traumas vividos, se quedan guardados, aunque en el fondo del subconsciente, te llevan a revivir aquello que usted solo quería borrar de su vida.
Acabamos dudando de nuestra propia capacidad de ser feliz, de tener una familia estructurada, de criar y educar a nuestros hijos.
Todo esos pensamientos y sensaciones en realidad solo impiden usar la mayor capacidad que todos tenemos dentro de nosotros, de superar todos los problemas que enfrentamos. No importa cual fue su pasado, no importa de donde usted salió, o donde esta viviendo hoy justamente la situación siempre ha sido tu peor pesadilla, justamente lo que tenía que pasar. Cuando hacemos uso del mayor poder que fue confiado al ser humano es la fe asociada a su capacidad de pensar, de proyectar aquello que aún no ve, pero quien tienen la seguridad de poder existir, esa situación de Déjàvu ya no te asusta.
Las hechos que vimos en le pasado asombran, sepa que ellas ya no existen. Ya quedaron atrás, proyecte y luche por su sueño que usted soñó vivir, y cuando suceda, su satisfacción de conquistar como esposa, como madre, como mujer, será tan grande, que nunca más usted aceptara vivir sin ella.