Las decepciones de relaciones pasadas han provocado que muchas personas sean frías y no sepan cómo mostrar amor.
Estar enamorado es algo maravilloso; es un sentimiento puro, que te hace olvidar de los malos momentos y te da la esperanza de que mañana será un día mejor, pero desafortunadamente cada vez más, son las personas que viven llenas de traumas para intentarlo sin miedo al fracaso.
Cada vez vemos más madres y padres solteros, y un sinnúmero de personas que no creen en el verdadero amor. Amigo lector, por este motivo, tenemos que aprender a blindar nuestro corazón como nuestra mente para no caer en ese mismo error.
El amor verdadero sí existe y sólo Alguien que es capaz de mostrarlo todos los días puede enseñarnos a cómo vencer este pensamiento tan negativo y ese es sólo Dios, porque Él fue capaz de entregar a Su único hijo, Jesús, en la cruz por amor a todos nosotros. (Juan 3:16).
POR LAS INFIDELIDADES DE MI ESPOSO PENSÉ QUE NUNCA IBA A SER FELIZ
Era madre de dos hermosas hijas, tenía un buen trabajo, estudiaba en la Universidad y llevaba una vida próspera donde tenía autos y mi casa; no me faltaba nada.
Los primeros cinco años de mi matrimonio fueron maravillosos, hasta que un día, un familiar me maldijo diciéndome: “que no descansaría hasta verme en un manicomio”.
A partir de ese momento mi vida dio un giro drástico porque fue aquí donde mi salud fue afectada, ya que empecé a padecer con depresión y a tener ataques de pánico. Empecé a tomar fuertes medicamentos, lo cual provocó que mi esposo me fuera infiel y que nos separamos por 3 años. Toda esta pesadilla terminó en el momento que mi esposo me invitó a la Iglesia Universal. En ese momento fue donde aprendí a hacer una prueba con Dios para poder recuperar lo que había perdido, -mi matrimonio-.
Hoy tenemos 23 años de estar felizmente casados y tenemos 3 hermosos hijos. Aquí no solamente aprendí a usar mi fe para recuperar mi matrimonio, sino también me ayudó a convertirme en una buena madre.
•• Sra. Felicia, junto a su esposo