“ Nada de ser macho alfa porque ser hombre es otra historia.”
Cuando mucha gente escucha o lee la expresión “macho alfa” refiriéndose a los hombres, ya piensa en un individuo que se impone por la fuerza, o que es un mujeriego. Felizmente, no todo el mundo piensa así. La expresión, propia del mundo animal, podría ser adaptada de una forma más inteligente para “hombre alfa” al universo humano y desenvuelto de hoy, que pide el uso de una fuerza más civilizada: inteligencia y acción unidas, construyendo un líder admirado, inspirador y que realmente hace bien a sus liderados.
¿Qué hace un hombre alfa, diferenciándolo de la típica y pésima imagen del “macho”?
Tiene dignidad en la lucha: un hombre inteligente es fuerte, al defender sus argumentos con civismo, sea hablando o escribiendo; es valiente para liderar: hay dos formas de ser líder: una es por el respeto y la otra es por la fuerza, pero un alfa real sabe que el respeto por el líder se basa en admiración real; controla sus emociones: cuida su salud física y se ejercita, pero no se enfoca en cuántos kilos puede levantar sino en cómo soporta las dificultades y ayuda a otros también a pasar por las fases difíciles de sus vidas; es determinado: un alfa auténtico también quiere ganar, pero no ignora sus valores, su dignidad y su integridad como lo hace el “macho alfa” que quiere vencer cueste lo que cueste.
Conforme usted va madurando, va perdiendo el miedo de la duda, ésta ya no dirige más el show y usted se libra de toda la lástima que siente de sí mismo.