Usted ya honró al Señor hoy cuando se levantó? ¿Lo honró con su oración?¿Le dio gracias por poder levantarse, asearse y tomar su café? Si no lo hizo, usted debe hacerlo, ya que si no lo hace estaría despreciándolo.
Si usted honra a Dios, Él lo honrará, pero si lo desprecia, usted también será despreciado, Dios no es culpable de sus fracasos; por amor a nosotros, Él entregó a Su Hijo en la cruz del Calvario.
El Apóstol Pablo dice:
«Porque por gracia sois salvos por medio de la fe…» Efesio 2:8
Usted debe considerar al Señor en primer lugar en su vida, desde el momento que coloca su pie en el piso, por la mañana, hasta la hora de dormir.
Si el día no fue bueno, no importa, porque usted aún tiene vida.
La única persona en el mundo que debe ser honrada es nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Nuestra vida depende de la honra que presentamos al Señor que nos creó.
La parte de Dios es tolerarnos con compasión y misericordia, nuestra parte es responder y corresponder con la fe.
La fe requiere de ejercicio y sacrificio para agradar a Dios; cada vez que eleva sus pensamientos a Dios, en Espíritu, usted entra en Su presencia.
Si desea tener un matrimonio feliz, un hogar bendecido, debe colocar en primer lugar al Señor Jesús.
La única persona en el mundo, que debe ser honrada, es nuestro Señor y Salvador Jesucristo.