En unos de sus mensajes, el Señor Obispo Edir Macedo y su esposa, Ester Bezerra, explicaron la importancia extrema de lo que el Señor Jesús le dijo a Nicodemo, y que en esto está el secreto para la vida:
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Juan 3:3
«Esto quiere decir que el Reino de Dios es visible, pero solo pueden verlo aquellos que nacen de nuevo», destacó el Obispo.
Nicodemo, a su vez, aunque era, un maestro en el judaísmo, lleno de conociemietno, no entendió nada, por eso cuestionó:
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Juan 3:4
Obviamente eso no es posible, la pregunta de Nicodemo, no tenía el menor cuidado, pero revela la «Dimensión del entendimiento de las personas con respecto al mundo espiritual», observa el Obispo Macedo. «Las personas que no encontrarán el Reino de Dios, las que no tienen el Espíritu de Dios, no pueden comprender lo que es el Reino de Dios, porque es invisible para ellas y están acostumbradas a identificar lo que sus ojos físicos ven. Pero el Reino de Dios es espiritual y solo quien es espiritual, quien es nacido del Espíritu Santo, tiene acceso a Él». Aclaró
Jesús sabiendo que Nicodemo no tenía esta comprensión, explicó:
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Juan 3:5,6
Es decir, primero hay que ver el Reino de Dios para solo después entrar en él. Por eso, es necesario nacer de nuevo, lo que significa ser una nueva criatura.
«Nosotros nacimos de nuestros padres, pero cuando oímos la Palabra de Dios y nos convertimos a ella, cuando absorvermos Su Palabra y comenzamos a practicarla, le mostramos a Dios por medio de nuestras actitudes y pensamientos que queremos estar en su Reino. Entonces, el Espíritu Santo viene y nos hace nacer del agua y del Espíritu, hace que seamos generados por Él. No para la carne, nopor la voluntad de los padres, sino por la voluntad de Dios. Cuando nacemos de nuevo por la acción exclusiva del Espíritu Santo, entonces, podemos ver y entrar enel Reino de Dios». Explicó el Obispo Macedo, citando su propio ejemplo y el de su esposa.
La puerta de este Reino es el Señor Jesús. «Es Él quien nos da la visión del Reino de Dios y para entrar en él, hay que rendirse y entregarse a Él», destaca Ester Bezerra.
Esta entrega, sin embargo, necesita ser total e incondicional.
Entrega implica más que aceptarlo como Señor y Salvador, eso es fácil. Solo creer en el Señor Jesús, sin practicar Su Palabra, no da accceso al Reino de Dios. La creencia implica actitud. Significa asumir un compromiso con ÉL, obedecerlo, ser fiel a Sus Leyes. Cuando, de hecho, hay esa creencoa la persona es regenerada y nace por obra del Epíritu Santo, que es el Espíritu de Jesús.»
Si usted desea hacer parte de este Reino Espiritual, participe de las reuniones que se celebran los miércoles a las 7H, 10H, 15H y 19H, en el Templo de la Fe o en la Iglesia Universal más cercana de su hogar. Consulte aquí las direcciones.