Lamentablemente, muchos “cristianos sinceros” han sido engañados por el diablo al recibir un “falso espíritu santo”. El espíritu engañador es el peor tipo de espíritu maligno, pues solo pierde en la capacidad de engañar frente al propio diablo, al punto de hacerse pasar por el verdadero Espíritu Santo, debido a aspectos que no podrían ser tomados como relevantes, tales como, hablar en lenguas, ya que los demonios saben hablar en lenguas, y sentir emociones (lloro y risa), que terminan llevando a una falsa sensación de bienestar. (Proverbios 1:32)
¿Cuál es la importancia del Señor Jesús cuando queremos identificar al Espíritu Santo en nosotros? Es simple, el Espíritu Santo es el Espíritu de Jesucristo.
Cuando decimos que el Espíritu Santo es el Espíritu de Jesús, anulamos cualquier posibilidad de que Él Se torne un “misterioso poder” dentro de la Iglesia. El Espíritu Santo es el Espíritu de quien es nuestro mejor Amigo, Salvador, de quien nos amó al punto de dejar de lado Su gloria y de hacerse nuestro Siervo, servirnos y morir por nosotros, todo para que seamos salvos del fuego sin fin y vivamos con Él eternamente.
Por esta razón, cuando Jesús les dijo a Sus discípulos que el Espíritu Santo vendría, y Se refirió al Espíritu Santo como el “Otro Consolador” (Juan 14:16), Él no Se refería a la posibilidad de que el Espíritu Santo sea diferente o nos enseñe cosas diferentes. Esta palabra “otro”, en la lengua original del texto, no significa un tipo diferente, sino otro del “mismo tipo”.
Porque el Espíritu Santo es el Espíritu de Jesús y no podemos atribuirle al Espíritu Santo cualquier cosa que esté en conflicto con la Verdad enseñada por Jesucristo. El Espíritu Santo y Jesús no son rivales, ni enemigos, no disputan nuestra fidelidad o nos ofrecen diferentes bendiciones. Por consiguiente, Jesús dice al respecto del Espíritu Santo:
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en Mi Nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que Yo os he dicho. Juan 14:26
El Me glorificará; porque tomará de lo Mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso dije que tomará de lo Mío, y os lo hará saber. Juan 16:14-15
Siendo así, si usted quiere saber si tiene el verdadero Espíritu Santo o no, mire al Señor Jesús y compare sus actitudes, carácter y principales características con las de Él. Sin embargo, lo que más quiero pasarle aquí es que el Señor Jesús vivió y selló la FE SOBRENATURAL como el único medio de unirnos a Dios y a todo lo que se refiere a Él. ¡Una persona llena del Espíritu Santo, principalmente, tiene que estar llena de esa FE SOBRENATURAL, para vencer a todo y a todos, tal cual el Señor Jesús venció cuando vivió aquí en la condición de hombre!
Esta comparación es la única forma de que usted llegue a una conclusión perfecta.
¡Que Dios los bendiga a todos!