Dejar de ser una mujer soltera e independiente para ser una esposa, no es tan fácil como parece. Muchas mujeres erróneamente pueden esperar el día en que se pondrán aquel largo vestido blanco y se verán como la novia más bonita que haya existido. He visto muchos matrimonios jóvenes luchando para mantenerlo, como si el sueño de un matrimonio feliz estuviese todavía por realizarse en sus vidas. Siendo así, me gustaría hacer una lista con errores típicos que toda esposa debería evitar:
1.- Catalina, la criticona: A muchas mujeres les gusta criticar a sus maridos. Aunque ellas tengan el instinto de ayudarlos, no es así como enfrentan la situación. Lo opuesto funciona mucho mejor – si tú lo elogias de vez en cuando, su propio ego lo llevará a hacer cosas que jamás pensó que podría.
2.- Paula, la prejuiciosa: Este tipo de esposa no simpatiza con los quehaceres de la casa. Detesta sentirse como una empleada doméstica; por eso no hace nada dentro de casa. Es cierto que muchas mujeres trabajan para ayudar a sus maridos pero, aún así, es suya la responsabilidad de mantener la casa limpia, la comida en la mesa, la ropa limpia y planchada y, al final del día, todavía tener una vida íntima activa.
3.- Sara, la sentimental: Todo marido necesita una esposa que sea fuerte. Alguien que está preparada para cualquier situación, que pasa por problemas pero, aun así, es la misma que cuando todo estaba bien. Sus maridos las trataban como si fuesen de cristal, cargando sobre sus propios hombros todo el peso de la responsabilidad.
4.- Tatiana, la temperamental:
Este tipo de mujer es como la ola del mar: Ahora está encima, al momento está debajo; ahora va hacia la derecha, al otro instante está yendo hacia la izquierda. 5.- Ivonne, la independiente: Piensa que solo necesita del marido para cumplir con las formalidades sociales, pues causará una buena impresión estando al lado de un hombre. ¡Orar no es suficiente! Es necesario también actuar con sabiduría.
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres.” 1 Pedro 3:1