Job dijo: “No tengo reposo ni estoy tranquilo, no descanso, sino que me viene turbación”. Aún siendo un hombre íntegro, recto y apartado del mal, él tenía miedo, dudas, no tenía convicción, ni la certeza de que Dios estaba con él, simplemente porque no conocía a Dios; de repente usted está en esa misma situación, es una persona buena, caritativa, que cree en Dios, no hace mal a nadie, vive para su casa, trabajo, familia y no se envuelve con la vida ajena, es el y leal a su creencia, pero, por no conocer al Dios en el que cree, usted se siente débil espiritualmente, debido a que su fe está fundamentada en una religiosidad y ese es el gran problema de muchos.
Cuando la persona conoce al Señor Jesús en toda Su esencia y gloria, deja de ser frágil, débil, insegura, ansiosa, miedosa, problemática o depresiva, incluso puede pasar por problemas, pero vence porque su Señor está por encima de todo.
Quien está fundamentado en la Roca, que es el Señor Jesús, no duda en los días malos, porque sabe que éstos siempre vienen y van, confía que todo lo que le sucede es de la voluntad de Dios, que es perfecta. Esa es la fe que Dios quiere que usted tenga, una fe consciente e inteligente, capaz de tornarlo una persona segura, que sabe lo que quiere y tiene la certeza que un día estará en la Casa del Padre por toda la eternidad.
Es imprescindible que usted reciba el Espíritu Santo, porque Él es el propio Señor Jesús en Espíritu. Tal vez usted se pregunte ¿Qué puedo hacer para recibirlo? Vea lo que Dios habló al respecto a través del profeta Jeremías: “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de TODO VUESTRO CORAZÓN”. Jeremías 29:13
Usted recibirá el Espíritu Santo cuando lo busque con todo su corazón y se entregue por completo, con Dios es todo o nada, no hay medios términos. Todo lo demás debe quedar en segundo plano porque el primero, su prioridad, debe ser el Espíritu Santo. En pocas palabras, agarre el paquete de problemas que usted tenga, que usted es y colóquelos todos en el Altar.
La fe inteligente es radical y si usted quiere la plenitud de Dios que es el Espíritu Santo, debe entregarse en su totalidad a Él.