Comencé a beber alcohol a los 15 años de edad y cada día solo empeoraba. Llegué a creer que al casarme iba a dejar las bebidas alcohólicas, pero no fue así. Hice sufrir a mi esposa, la dejaba sola para irme a beber y andar con mujeres. A raíz de esto surgieron muchos problemas en mi hogar.
“Debido a las bebidas alcohólicas adquirí deudas muy elevadas”
Una noche mi esposa vio la programación de la Iglesia Universal en la TV, aceptó la invitación, empezó a luchar por nuestro hogar y sus oraciones fueron respondidas.
sus oraciones fueron respondidas. Mi manera de pensar empezó a cambiar, ya no quería llevar la vida que llevaba y decidí entregar mi vida a Dios.
Usé el aceite consagrado y seguí las orientaciones que me indicaron en este tratamiento espiritual para la cura de los vicios. Hoy estoy totalmente libre, ya no consumo bebidas alcohólicas, no hay discusiones ni groserías en mi hogar, tenemos paz y alegría. Dios transformó mi vida y la de mi familia.
•• Sr. Rugel Loor