Un vicio es una carga que no solo afecta al dependiente, sino también a sus seres queridos y aunque el mundo continúa enfocado en un virus que ha cobrado muchas vidas las adicciones son otra pandemia que tiene a muchas familias viviendo desesperadas por no encontrar una solución.
Hijos que roban a sus padres, hombres que golpean a sus esposas y hasta padres que abandonan el hogar a causa de los vicios.
Muchos creen que ya no hay una salida y quizás usted se encuentra en esta situación, sepa que hay una solución. ¡Existe una cura para las adicciones!
“LLEGUÉ A ROBARLE A MI PADRE”
Todo comenzó con las malas amistades, empecé a usar drogas y llegué a robarle a mi padre por varias ocasiones, cuando él me descubrió empecé a robar en las calles con mis «amigos».
No tenía paz, me sentía vacío y tenía depresión, quería suicidarme.
Me casé pero todo empeoró y cuando me enteré que iba a ser papá el deseo de quitarme la vida sólo aumentó.
Mi vida no tenía sentido pero cuando fui a la Iglesia Universal y entregué mi vida a Dios todo empezó a cambiar.
Seguí perseverando y hoy soy verdaderamente feliz porqué tengo el Espíritu de Dios en mí interior y Él transformó toda mi vida, estoy curado de las adicciones y he sido bendecido en todas las áreas de mi vida.
··Sr. Jhon
“PENSABA EN QUITARME LA VIDA…”
En mi infancia fui abusada sexualmente, a los 12 años conocí las discotecas. Debido a esto empecé a fumar marihuana y solo empeoraba. Me involucre sexualmente con personas de mi mismo sexo. Llegué al punto de mezclar drogas con medicamentos para aliviar el dolor en mi interior, sufrí de síndrome de pánico y empecé a pensar en quitarme la vida.
Llegué a la Iglesia Universal con mi vida totalmente destruida, pero decidí entregar mi ser a Dios y perseverando mi vida fue cambiando poco a poco. Hoy estoy curada de los vicios, de la depresión, del odio que sentía; tengo alegría, paz y muchas ganas de vivir.
··Sra. Mónica