En el Evangelio de Lucas 10:1 está escrito:
“Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de Él, a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir.”
Imagine el privilegio de ser uno de estos siervos, como fue Juan el Bautista, que no hizo milagros, pero vino apenas para preparar el camino para el Señor Jesús.
Juan el Bautista tenía el designio de llevar a las personas al camino del arrepentimiento y fue por esa causa que Jesús dijo: “Les digo que entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan el Bautista …” Lucas 7:28
Juan el Bautista preparó el camino para el Señor Jesús. Aquí en la tierra, él fue el mayor, mientras tanto, en el Reino de los Cielos, él es el menor. Eso, porque los valores de este mundo no tienen nada que ver con los valores del Señor.
En Lucas 10:2, el Señor Jesús dijo que “«La cosecha es mucha, pero los obreros pocos…”
Eso se debe al hecho de que todos quieren recibir bendiciones, pero pocos desean dar y servir.
Solamente el Espíritu Santo puede conducir a alguien en este mundo, de acuerdo con la Voluntad de Dios.
Entonces, si dentro de usted arde la llama de servirlo y ser uno de Sus obreros, para dar y no para recibir, para ayudar y salvar almas, sepa que su función es preparar el camino para que el Señor Jesús reine en la vida de otras personas.
El Señor Jesús busca personas dispuestas a dar la vida para aquellos que están descendiendo al infierno. Al final, los tiempos son malos y difíciles, pero la misericordia de Dios, dura para siempre, independientemente de la religión y de la clase social. Las almas están desesperadas y aspiran que alguien les hable del Señor Jesús.
Por lo tanto, si usted tiene el Espíritu Santo, Él quiere usarle para ganar almas y servirlo.