La frustración del pasado fue reemplazada por una vida llena de conquistas y victorias.
Cuando nuestra relación entró en crisis (discusiones y maltratos), comenzamos a perderlo todo: casa, carros, ahorros e incluso a nuestros hijos. A raíz de eso, mi esposa entró en un estado emocional crítico, llegó a pensar en quitarse la vida, debido a tantos problemas, para los cuales no veía una solución.
Yo por mi parte, me sumergí en el alcohol y no pudiendo pensar bien las cosas cometí un grave error, me separé de mi esposa. Al conocer la Iglesia Universal, escuché hablar de cómo la fe en la Palabra de Dios podía transformar mi vida, entendí que ese era el único camino para escribir una nueva historia. Decidí hacer una prueba con Dios y luché creyendo que por la fe, todo sería diferente.
Poco tiempo después mi matrimonio fue restaurado, me reconcilié con mi esposa, nos perdonamos y pasamos a tener paz, armonía , respeto y comprensión. Dios abrió mi visión de una forma sorprendente y me dio más de lo que podía imaginar.
•• Sr. Darío Sánchez junto a su esposa