Al contrario de los poderosos de este mundo, que miran apenas para aquellos que tienen un nivel social elevado, el Todopoderoso mira para el afligido y el abatido de espíritu. Sin distinción de nivel social, raza, sexo o color de piel, el Señor de los señores busca aquellos que llevan Su Palabra en serio. Aquellos que se entregan verdaderamente. Él no mira a los arrogantes, orgullosos y llenos de prejuicios de este mundo, aunque se digan cristianos. Él no mira para el título, tiempo de Iglesia, el cargo o apariencia. La atención de Dios es exclusiva para los humildes de espíritu. Estos cuentan con Su favor y Su respuesta.
“El Señor de los señores busca aquellos, que llevan Su Palabra en serio.”
El Señor Jesús andaba en medio de los despreciados por la sociedad, mientras la elite religiosa lo despreciaba por eso.
Aquí en el Antiguo Testamento, Dios ya mostraba cuál era su inclinación. Si usted está afligido y abatido de espíritu, sepa que los ojos de Dios ya están sobre usted. Es el mejor momento para hablar con Él y entregarse a sus cuidados.
No importa quién es usted, de donde usted vino o lo que usted ha hecho. Lo único que importa es lo que usted quiere hacer de ahora en adelante.
¿Quién usted quiere ser?
¿A dónde quiere llegar?
Dios no se importa con su nivel de estudios académicos, con su clase social o con el color de su piel. Dios mira para el afligido y atiende su oración.