Observando el libro el Ezequiel, vemos que varios capítulos comienzan con: Vino Vino a mí Palabra del Señor… Sin embargo, en el capítulo 37, está escrito que la Mano del Señor vino para llevar a Ezequiel a profetizar en el valle de huesos secos.
Muchas personas están en la iglesia y la Palabra de Dios viene, pero no la consideran.
No obstante, en esta dirección que el Espíritu Santo nos dio es la Mano de Dios que vino para sacarlas de la situación común de oyentes de la Palabra.
La Palabra había venido varias veces para Ezequiel, pero ahora era algo diferente: La mano de Dios vino para eliminar el mal.
La profecía de Ezequiel formó un gran ejército del Dios Vivo, y es justamente eso lo que va a suceder el día 11 de mayo.