En un mundo lleno de necesidades la Unisocial llega como una luz de esperanza para extender la mano a quien más lo necesita. En esta ocasión se entregaron varias tarrinas de comida incluso a personas en situación de calle. Además se les entregó un kit de alimentos no perecibles. Y como es de costumbre no pudo faltar el alimento espiritual, una palabra de fe dando a entender que el Señor Jesús es el pan de Vida pues si hacemos de Él nuestra prioridad y lo buscamos de todo corazón, Él va a Suplir todas nuestras necesidades.
SENTÍA QUE MI VIDA NO TENÍA VALOR
Sufría de hemorragias, a causa de quistes y miomas en mis ovarios, visité médicos y especialistas en diferentes partes de la ciudad, pero no veía resultados con ningún tratamiento.
Con el tiempo mi situación sólo empeoraba, sufría de insomnio, era una mujer triste, vacía y sin ningún ánimo o motivación para vivir. Sumado a todo esto, tenía problemas económicos como: deudas, escasez y miseria, a tal punto de no tener que comer.
Mi vida era una desgracia en todos los sentidos.
Llegué a la Iglesia Universal por medio de una invitación y desde que participé, comencé a ver los resultados, seguí asistiendo e hice las cadenas de oración, ponía en práctica todo lo que me enseñaban e incluso entregué mi vida a Dios. Hoy soy una mujer transformada, llena de alegría, paz y felicidad. Estoy completamente curada y liberada, tengo un trabajo estable y nunca más pase hambre, pues Dios me prosperó.
Lo mejor de todo es que recibí el Espíritu Santo y hoy tengo una vida Nueva.
• • Sandra Reinosa