El peor momento de mi vida sucedió cuando sufrí un accidente, que causó graves daños irreversibles en mi columna vertebral.
Esto me provocaba intensos dolores que me impedían estar sentada. De esa manera estuve viviendo por dos años con fuertes dolores. Iba a las terapias, pero nada funcionaba.
Me encontraba deprimida y sin rumbo hasta que me invitaron a participar en la Iglesia Universal. Perseverando en la fe, lo imposible se volvió posible, usando mi fe logré revertir ese diagnóstico. Además, poco a poco, empecé a entregar mi vida a Dios y por la fe, ver lo Sobrenatural en mi vida.
Hoy estoy completamente sanada.
•• Srta. Juliana