Eran tiempos de guerra , de corrupción y abominaciones. Abi vio a su marido corromperse, y no seguir el camino de su padre. El quemó a sus propios hijos como ofrenda para dioses paganos, despedazó los utensilios Santos y cerró el templo. En medio de un completo caos surgió Ezequías, un sobreviviente.
No existe ninguna otra referencia sobre Abi, que no sea su nombre y el nombre de su padre, pero de alguna manera ella protegió a su hijo de la muerte, de tener la misma suerte que sus hermanos. Así como Jocabed, ella creyó que él sería diferente, y no sólo lo libró, como también lo influenció para eso.
Ezequías fue uno de los reyes más justos y obedientes de la historia de Israel. Él purificó el Templo , removió la idolatría, llevó al pueblo a ofrecer sacrificios al Señor. Destruyó todos los “lugares altos” que su padre levantó para los falsos dioses. ¿sabe lo que más me impresiona ? Su misericordia. Hubo un momento en que él clamó a Dios, no para sí mismo, sino para que el alma del pueblo fuese curada. Y Dios lo escuchó. Además de limpiar la suciedad del reino, él quería llevar al pueblo a purificarse para Dios. ¡Sin palabras! Si hoy pudiera hablar con esta reina, o enviarle un correo electrónico, sería algo como esto:
"Querida Abi, No se escucha mucho hablar de usted, pero su nombre para mí, dice mucho. Pienso, que pasó por su cabeza la idea de quedarse quieta, o tal vez, huír, pero usted decidió enfrentar y no contaminarse. Con toda seguridad, usted debió haber sido criticada, perseguida, llamada de loca y despreciada por su marido, pero nada de eso hizo que abandonase al Dios de sus padres, y su fe te salvó, no sólo a usted y al hijo que tanto amó, sino que también a toda una generación y a otras tantas que se multiplicaron y siguieron creyendo que el mal nunca vencerá al bien, como yo que creo. Su recompensa es eterna.
Atentamente, Patricia Barboza . " La próxima semana, hablaremos de la última mujer, madre del mayor de todos los reyes …