Existen muchos casos de personas que llevan meses y hasta años sin lograr encontrar al menos un trabajo, razón por la que terminan pasando necesidades y hay quienes lo poco que ganan se le va como agua en las manos en gastos de medicamentos para poder aliviar el dolor de las enfermedades que agobian sus vidas.
Es por eso que la Unisocial continúa en su labor de llevar esperanza a los necesitados y en esta ocasión fueron alrededor de 70 los beneficiados y en la oportunidad se realizaron también actividades con los niños.
Todos los presentes tuvieron la oportunidad de entregar sus vidas a Dios, pues sólo en Él podremos encontrar la solución a todos nuestros problemas.
DIOS TODO LO PUEDE
Tenía fuertes dolores abdominales, busqué ayuda médica y descubrieron que tenía apendicitis, fui operada y días después fui dada de alta, pero seguí sintiendo el mismo dolor por eso volví al hospital, luego me dijeron que tenía que hacerme otras operaciones, tiempo después descubrieron que, estaba segregando un líquido por el intestino, y me dijeron que debían operarme otra vez.
Yo sabía que sólo Dios podía sacarme de esa situación; mi madre participaba en las reuniones de la Iglesia y oraba por mí, por eso sabía que Dios me sanaría; mi madre y yo determinamos que esta sería la última cirugía y que ahora Dios me operaría. Y fue así, al abrir mi abdomen, los médicos se sorprendieron, ya que mi intestino estaba normal, sin perforación ni infección. Me hospitalizaron durante unos días más para recuperarme de la cirugía, pero pronto me dieron de alta. Hoy estoy completamente sana, gracias a Dios.