“De un momento a otro empecé a tener” ataques convulsivos, acudí al hospital para saber que estaba sucediendo conmigo y después de varios exámenes y estudios me diagnosticaron con la enfermedad de epilepsia. Los especialistas me dijeron que no había cura para mí y tendría que aprender a vivir con esta enfermedad.
Pero yo no aceptaba aquella dolencia en mi vida y fue así que llegué a la iglesia Universal.
Empecé a participar todos los martes por mi sanidad, así aprendí a usar mi fe y Dios me contestó; las epilepsias que cada ves eran más frecuentes y fuertes ya no existen. Todos me decían que perdía mi tiempo viniendo acá, pero mi fe en Dios fue mi salvación.”
“Yo no aceptaba morir con aquella enfermedad”
“Tenía varios dolores en el cuerpo,principalmente en la columna, y los síntomas se iban intensificando. Decidí buscar un médico y luego de realizarme diferentes exámenes me llegó el diagnóstico: linfoma de Hodgkin, un cáncer que ataca el sistema linfático.
El cáncer comenzó en el bazo y se extendióal páncreas, pulmón y tres vértebras de la columna. Pero participando de las cadenas de sanidad en la iglesia Universal, los días martes y poniendo en práctica mi fe el cáncer desapareció, ya no había evidencias de la enfermedad en mi cuerpo,¡Gracias a Dios!”