«Después de sufrir el abandono del padre de mis hijos, me nació el odio hacia los hombres. Por esta razón, me involucré en la prostitución; les quitaba todo y me gustaba causarles daño, incluso salía con casados para destruir sus matrimonios. Pensaba que de esta manera encontraría consuelo, pero mi depresión no terminaba, por el contrario, quise quitarme la vida en 3 ocasiones. También me refugié en el alcohol; me la pasaba en los bares y vagando por las calles en las madrugadas. Pero al volver a casa me sentía más sucia y vacía.
En una ocasión, escuché a una señora hablarle de Dios a una compañera, me acerqué y le pedí que me llevara a conocerlo. Me llevó a la Universal, ese día saqué mi dolor a través del llanto y le pedí al Señor que cambiara mi vida. Conforme a Su orientación, luché con fe y así fui libre de la depresión. También Su presencia me sanó del vicio y, tras perdonar el daño que viví, me limpió del rencor. Ahora soy una Beatriz nueva que se respeta a sí misma.
Solo el Señor me quitó el dolor de mi alma y cambió mi carácter por uno más comprensivo, con alegría y gusto de ayudar a los sufridos. Por eso, no temas abrirle tu corazón, siempre va a tener una solución para tus problemas.» -Beatriz Hernández
Cura de los vicios
Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.
Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.
Le invitamos a que participes en la Los Vicios tienen Cura los domingos a las 3 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Americas #305 Norte Guayaquil. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.
(*) La Iglesia Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A SU MÉDICO