Durante el mes de octubre, en todas las Universal, se está viviendo el propósito de luchar para que, por medio de tu fe, tu familia esté conectada con el Árbol de la Vida.
Para entender…
Este mes de oración por la familia es una gran oportunidad para que manifiestes tu fe en favor de tus seres queridos, de que su alma esté en las manos de Dios. No es solo para buscar un cambio de comportamiento en tu ser querido, por ejemplo: «quiero que mi esposo vuelva a casa y deje de involucrarse con otras mujeres» o «quiero que mi hija consiga un empleo». Porque, si le pides a Dios que resuelva un problema puntual de tu familiar, luego vendrán otros problemas, pero no tendrá la fortaleza espiritual para soportarlos y vencerlos.
Y sin Él, nuestros serer queridos permaneceran como ramas secas separadas de su tronco.
Si lo que realmente queremos es resolver la vida de nuestros familiares, necesitamos injertarlos en el Árbol de la Vida. Si alguien está en este árbol, tiene alegría de vivir, paz, incluso en medio de las luchas. Y para eso, no basta con creer en Jesús o venir a la iglesia, es necesario que el propio Dios habite en su interior:
«Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada podéis hacer.» (Juan 15:5).
Una vez plantados en Dios, el problema principal se acabó.
¿Qué hacer?
Invita a tus seres queridos a participar en este encuentro, además de a otras personas que estén pasando por problemas familiares. Ten en cuenta que el cambio en tu hogar puede comenzar con una sola persona: tú, por eso no olvides que, antes de querer salvar a tu familia, necesitas estar a salvo en las manos del Creador.
Los esperamos este domingo 20 de octubre, especialmente a las 10 a. m. en el Templo de los Milagros: Av. America #305 Norte de Guayaquil. O bien, en la Iglesia Universal más cercana, haz clic aquí para localizarla.