La independencia económica es el anhelo de muchas personas y a la vez un desafío que pone a prueba la apacible calma de la zona de confort. Es que proponerse la generación de un emprendimiento no es nada sencillo, pero algunas consideraciones pueden hacer que la meta sea más real y cercana.
• Aplicar las ideas sin dar muchos rodeos.
• Cuestionarse los resultados positivos y negativos para mejorar.
• Tener una buena gestión de los ingresos.
• Promover una actitud proactiva.
• No tener miedo de equivocarse.
• Tener la ambición de crecer en el mercado.
• Tener curiosidad para descubrir nuevos canales de venta.
• Innovar procesos para hacer una diferencia sustancial.