Dios transformó mi vida y me regaló el gran amor de mi vida
Todo mi sufrimiento comenzó cuando empecé a juntarme con malas amistades.
A partir de ese momento, mi carácter cambió y me transformé en un joven agresivo que le gustaba pelear, era desobediente y rebelde con mi madre, a tal extremo de intentar matarla con un cuchillo. El peor momento de mi vida fue cuando mi padre falleció, esto provocó que cayera en depresión.
Por otra parte no tenía suerte en el amor.
Mi madre que ya conocía la Iglesia Universal me invitó a participar. Perseverando en las reuniones aprendí a usar mi fe, así vencí todos los problemas espirituales y principalmente la mala suerte que no me dejaba ser feliz en el amor.
Todo en mi vida mejoró cuando escuché sobre el Espíritu Santo. Así fue como luego empecé a luchar por mi vida amorosa hasta obtener la bendición de conocer a la gran mujer que hoy es mi esposa. Dios no solamente me liberó y sanó, sino que me regaló al amor de mi vida.
Javier Jiménez y esposa