Aquello que es sagrado es respetado (como la familia, el matrimonio y, sobre todo, Dios). Sin embargo, en los días de hoy, la sociedad ha perdido la conciencia de lo sagrado y se ha distanciado del Altísimo. Pero no es mera coincidencia, la erradicación de esa conciencia es una acción espiritual del mal, una estrategia del diablo, pues lo sagrado significa que algo o alguien está separado para un propósito divino, y todo lo que es sagrado apunta hacia el Altísimo.
El mal quiere borrar la conciencia de lo sagrado de la mente humana para que las personas nunca piensen en Él. Al fin y al cabo, si nada es sagrado, Dios no existe.
No obstante, es posible regresar a Él, considerándolo por encima de todo y todos.
El Señor trabaja para diferenciar las cosas, pues la separación significa orden, disciplina, autoridad y obediencia. Su Reino es disciplina, y es imposible que haya orden sin considerar ciertas cosas como santas. En primer lugar está Dios, luego el Espíritu Santo, la Palabra y el Nombre de Jesús, que no debe usarse en vano. Las personas están acostumbradas a usarlo de cualquier manera, en bromas, hablando innecesariamente. Por eso necesitamos tener cuidado, pues Su Nombre debe ser santificado en nuestra boca.
La vida, el matrimonio, la familia, el Altar, la Iglesia y las primicias son algunos ejemplos de cosas santas… Todo lo que está en esta lista el Creador lo declaró como sagrado, pero el mundo lo banaliza. Vemos muertes por motivos vanos, la vida ha perdido su valor, el matrimonio para toda la vida no existe. ¡El mundo ha perdido el temor (respeto)!
Es por ello que, en noviembre, El Mes de lo Sagrado será una oportunidad para que todos reflexionemos sobre un tema ampliamente explicado en las Escrituras, desde Génesis hasta Apocalipsis. Dios creó al hombre y a la mujer, los colocó en el Jardín y, en palabras sencillas, dijo: «Les doy todo. Solo hay un detalle: hay un árbol en medio del Jardín y les pido que no lo toquen». Desde el principio, Dios solo pidió respeto hacia lo que es Suyo, lo sagrado. La definición de «sagrado» es «algo separado para el propósito Divino».
Hoy, el movimiento general en la sociedad es banalizar lo que es santo, secularizar lo divino, llevando incluso a las personas a blasfemar contra Dios. Por eso, es importante que las personas rescaten esta santidad. Las Escrituras dicen que, sin ella, nadie verá al Señor (lee Hebreos 12:14).
Así, es fundamental comprender que en el Cielo solo hay santidad, por lo tanto, la persona que desea ir allí necesita familiarizarse con este tema.
Rescata lo sagrado en tu vida, comienza a poner en práctica el respeto por las cosas que el Padre ha designado como sagradas, pues de la forma en que tratamos a Dios, Él nos trata de vuelta. Si lo tratas con temor y reverencia, Él te cuida y te protege.
Participe de los encuentros de la Iglesia Universal en los que se abordará más sobre este tema. Puedes encontrar la más cercana haciendo clic aquí.