Luego de analizar detenidamente su situación, anímese a correr riesgos, modifique lo que ha estado haciendo este último tiempo. De no ser así, el acomodamiento que se da en cualquier actividad que ejecutamos por períodos largos o incluso cortos nos dominará por completo.
Desafortunadamente, cuando iniciamos un negocio que durará por un tiempo indefinido no solemos tener en cuenta que debemos innovar, animarnos a generar nuevas estrategias y en un breve lapso de tiempo es muy probable que estemos muy acomodados. Quizás ni siquiera tengamos condiciones de arriesgar, por eso, no permita que el tiempo siga pasando sin reaccionar.
Lo mismo sucede cuando somos empleados, nos acomodamos en un trabajo, estamos tan contentos que no nos arriesgamos a abandonarlo ni siquiera si nos ofrecen mejores ingresos en otro lugar. Es probable que sintamos miedo a fracasar y prefiramos quedarnos con el mismo empleo, donde hay dinero seguro a cambio de nuestra fuerza de trabajo. En ocasiones, cuando un empleado no está totalmente satisfecho con su empleo, el miedo es más grande que su insatisfacción y se acomoda.
El cambio constante debe ser una tarea permanente, entonces cambiemos metodologías de trabajo y costumbres arraigadas en los negocios, pues solo de esta forma iremos aprendiendo y conociendo otros mundos necesarios para no quedarnos en el camino.