Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado.
Mateo 4:17
Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo Soy la Luz del mundo; el que Me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:12