Quien absorba el Espíritu de esta Profecía, ciertamente obtendrá los beneficios de la profecía que profetizaremos el día 11 de mayo, en todas las Iglesias Universal del Planeta.
La mano de SEÑOR vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: SEÑOR Dios, Tú lo sabes.
Me dijo entonces: PROFETIZA sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra del SEÑOR. Así ha dicho el SEÑOR Dios a estos huesos: He aquí, Yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que Yo soy el SEÑOR.
PROFETICÉ pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
Y me dijo: PROFETIZA al espíritu, PROFETIZA, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho el SEÑOR Dios: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
Y PROFETICÉ como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.
Por lo tanto, PROFETIZA y diles: Así ha dicho el SEÑOR Dios: He aquí Yo abro vuestros sepulcros, pueblo Mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que Yo soy el SEÑOR, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo Mío.
Y pondré Mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que Yo, el SEÑOR hablé, y lo hice, dice el SEÑOR. Ezequiel 37:1-14