El romanticismo, los halagos, los obsequios, las cartas con poesías, los gestos de cariño son parte de una relación, pero no son suficientes para ser feliz y mantener la misma…
“El concepto de noviazgo está prácticamente perdido actualmente.” Con esas palabras los escritores Renato y Cristiane Cardoso, comienzan a explicar lo que es la etapa del noviazgo en el primer capítulo del libro Noviazgo Blindado.
Ellos afirman que las personas invierten las fases de la relación y entienden, que la etapa del noviazgo significa tener una compañía los fines de semana, sexo sin compromiso e ir a vivir juntos, entre otras situaciones, lo que ha generado personas decepcionadas del “amor”, cuando en realidad los itens antes mencionados nada tienen que ver con el amor verdadero y sí con una pasión momentánea.
El hecho es que “noviazgo es descubrir si la persona tiene palabra. Si usted comenzó a percibir que la persona no es muy fiel a su palabra y dice mentiritas, medias verdades, porque si cuenta todo se vería en aprietos, entonces usted no debe demorar para tomar la decisión de terminar, porque no es el sentimiento lo que mantendrá a los dos juntos”, observa Renato
La pareja argumenta que es esencial analizar el carácter del pretendiente, observar la comunión de él con Dios, los objetivos que tiene para su vida, la forma en que lidia con la vida profesional y con los problemas del día a día, debe aprender que si hoy su enamorado o enamorada es una persona que se muestra abusiva y grita, ella probablemente actuará mucho peor durante el matrimonio. Otro punto es la importancia de imponer límites en la relación.
Más allá de todo si usted desea ser feliz, debe amarse primero a sí mismo para saber amar a la otra persona.
Es importante que quien quiere tener una vida amorosa y feliz invierta primero en sí, para después apostar a una relación estable que produzca alegría, confianza y respeto.
Hoy tengo un matrimonio feliz
Después de ser diagnosticada con Leucemia intenté suicidarme dos veces, porque pensé que al final iba a morir, y porque no soportaba la ansiedad de consumir drogas, a esto se sumaban los problemas en casa, la primera vez intenté mutilarme y en otra ocasión, ahorcarme, pero siempre mi mamá llegaba y evitaba el acto. Ella me llevó a la Iglesia Universal, donde por la fe fui curada y me liberé del vicio.
Luego conocí a Jefferson, nos enamoramos, poco tiempo después nos casamos, pero empezaron las peleas, la situación económica era difícil, a veces no teníamos ni para comer, mucho menos para pagar el arriendo.
Llegamos a la conclusión de que debíamos separarnos, no tenía sentido estar juntos y vivir peleando todo el tiempo.
Quedé embarazada en esa época, entonces no nos separamos, él me llevó a vivir con mis suegros, empezamos a depender de ellos; las peleas y las discusiones aumentaron, y de nuevo volvieron las ganas de quitarme la vida. Cansada de esa inconstancia interior empecé a luchar con Dios por mí, yo sabía que mi temperamento me llevaba a provocar problemas en mi hogar. Participé en la Hoguera Santa, manifesté mi fe y fui bautizada con el Espíritu Santo, a partir de ahí me torné otra persona, Dios me dio paz, alegría, amor, dominio propio, se acabaron los problemas con mi esposo, conquistamos una casa, estabilidad económica, no nos falta nada. Aprendimos que sólo el Espíritu Santo podía cambiar nuestro carácter. Sra. Pilar Lliguicota
Participe los días jueves a las 7H, 10H, 15H y 19H, en Av. de Las Américas 305 – Norte de Guayaquil o en la Iglesia Universal más cercana a su hogar donde se lleva a cabo la conferencia. Para más información escriba al facebook de la Terapia del Amor, por el Whatsapp 0987819276 o también puede comunicarse con nosotros llamando al (04) 2 596 300.