Antiguamente, el héroe de los hombres era su padre. Claro que él tiene un papel importante en la formación de ellos, sin embargo, la tendencia también es que el hijo imite lo que no es bueno, al fin y al cabo, todos los seres humanos tienen errores.
Si en el Internet, televisión, teatros, cines y en todo lo que más bombardea la mente está lleno de influyentes directos o indirectos, en la Biblia hay una fuente mucho más antigua de verdaderos ejemplos a seguir para hombres de cualquier edad.
Muestra la diferencia entre los hombres que se sometieron a Dios y los que dejaron que el poder se les suba a la cabeza y fracasaron. Las Sagradas Escrituras también muestran que, en cada ocasión que el hombre puso su propia voluntad por encima de la de Dios, fracasó.
Cuando David dejó que su testosterona, el poder y lujuria hablen más alto, la situación terminó en asesinato, en infidelidad conyugal y en la rebeldía de sus hijos. Sin embargo, cuando fue un verdadero hombre y reconoció sus errores ante el Altísimo, se volvió un hombre según el corazón de Dios. Es decir, el respeto, la humildad y la justicia son la receta certera para alcanzar el éxito en todas las áreas de la vida y para ser un hombre.
Además de David, hay otros ejemplos, como: Abraham, Jacob y José, hasta llegar al único que realmente fue el modelo perfecto de lo que significa ser un hombre como a Dios Le agrada: el Señor Jesús, el verdadero Héroe, que Se sacrificó en la vida real (no en una película) para salvar a la humanidad.