Está escrito en Hebreos 11:6 “Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que es remunerador de los que le buscan.” La oración nos aproxima de Dios. Por medio de su fe, la persona habla con Él y ese es el secreto para que ella esté incesantemente en la Presencia de Dios. La comunión que ella construye con Él, la hace fuerte. Dios ofrece el privilegio a todos los seres humanos de entrar en Su Presencia, de poder conversar y contar con Él como un Verdadero Amigo. Cuando la persona se coloca en oración, ella está en comunión con Dios y Él escucha su voz, sea la más simple del mundo.
“USTED PUEDE ORAR EN CUALQUIER MOMENTO Y EN CUALQUIER LUGAR, PORQUE DIOS ESTÁ SIEMPRE DISPUESTO A OÍRLO.”
Hablar con Dios no es elevar sus emociones o sus sentimientos hacia Él, pero en su inteligencia y en su intelecto, lo elevan al Único que puede salvarlo.
Entonces cuando usted alaba, adora y da gracias a Dios, usted entra en la Presencia de Él. Dar gracias a Dios es un tipo de oración y, de esa forma, aún en medio de situaciones difíciles, usted debe alabar y agradecer a Dios por todas las cosas.
Pero al lamentarse, reclamar y murmurar, estará alabando al diablo. Usted puede orar en cualquier momento y en cualquier lugar, porque Dios está siempre dispuesto a oírlo: en la casa, el trabajo, el bus, etc.
Hay quien prefiere lanzar sus problemas en los hombros de otras personas y aun así, no funciona, pues solamente Dios nos puede ayudar.
Por lo tanto pida a Dios lo que necesita y no dependa de nadie, pues está escrito:
“Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” Lucas 11:13
Dios no nos da todo lo que queremos, porque eso puede causar nuestra ruina futuramente, pero Él nos da todo lo que necesitamos.