El ser humano está acostumbrado a hacer muchas cosas en el transcurso de su vida. Sin embargo cuando hablamos de Salvación, no estamos hablando de 70, 80, o 90 años, sino de una eternidad, pues todo lo demás en esta vida es temporal.
No es malo luchar y sacrificar para obtener conquistas materiales, es malo cuando las conquistas hacen que no le demos prioridad a nuestra vida espiritual, pero muchas personas al alcanzar estabilidad en cualquier área de su vida terminan olvidándose de Dios.
Es por eso que la Caravana del Rescate continúa con su ardua labor y en esta oportunidad llegó a la ciudad de Cuenca llevando una palabra de fe y salvación para aquellos que en algún momento de sus vidas se apartaron de Dios y puedan acercarse a Él nuevamente y para quienes no lo han conocido, logren tener un encuentro con Él y así obtener una verdadera paz y alegría que sólo el Señor Jesús da a través del Espíritu Santo.