No se gloríe el fuerte de su fuerza;
Ni la bella de su belleza;
Ni el sabio de su sabiduría;
Ni el rico de sus riquezas;
Ni el saludable de su salud;
Ni la autoridad de su poder…
Conocer al SEÑOR Dios constituye la gloria del hombre.
Así dice el SEÑOR:
No se gloríe el sabio de su sabiduría,
ni se gloríe el poderoso de su poder,
ni el rico se gloríe de su riqueza;
mas el que se gloríe, gloríese de esto:
de que me entiende y me conoce, pues yo soy el SEÑOR que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra,
porque en estas cosas me complazco – declara el SEÑOR. Jeremías 9:23-34
Pero, ¿a quién ha sido REVELADA esta gloria?