Donde quiera que miremos, hay injusticias en todos lados. Y muchas de ellas son situaciones que no son juzgadas por un tribunal.
¿Quién le hará justicia al marido o esposa que enfrenta una traición? ¿Qué tribunal ayudará a los comerciantes que cerraron sus puertas definitivamente, perdieron sus ingresos y/o probablemente no lograrán ejercer su comercio como antes? ¿Quién le hará justicia a las personas que murieron por una enfermedad? ¿Es justo para los padres que cuidaron y educaron bien a sus hijos que ellos estén hoy en las adicciones o la delincuencia?.
Semana de la Justicia Divina
Es por eso que en todas las Iglesias Universal, se llevará a cabo la Semana de la Justicia.
Cuando se trata de una justicia, debe haber una búsqueda activa por parte de la persona. La justicia no sucede automáticamente, es necesario recurrir al Tribunal, por medio de los derechos.
Fue como el Señor Jesús señaló en la parábola de la viuda y el juez injusto: “¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:7-8).
Dios busca a los que manifiestan su fe para hacer Su justicia. Entonces, no sirve de nada que la persona reclame. La justicia sólo les responde a quienes la exigen. Por lo tanto, si desea justicia, necesita recurrir al Tribunal Divino.
Santuario de la Justicia
La fe que provoca milagros es la que se demuestra con actitudes. Cuando una persona desea algo de Dios tiene que ser perseverante, no puede darse por vencida aunque se tope con adversidades.
La parábola de la viuda y el juez injusto cuenta la historia de una mujer que insistió muchas veces para que el juez cruel juzgará su causa. Por su perseverancia, ella logró su objetivo (lea Lucas 18:1-8).
Además, si ha realizado el Ayuno de Daniel, entonces, vea también esto como una oportunidad y entre al Santuario determinado al bautismo con el Espíritu Santo.
Y no olvide llevar un pan para consagrar. El cual podrá compartir con su familia para que Él Espíritu de Dios actúe en su vida.