La soledad es un problema común que muchos enfrentan periódicamente y que puede persistir por algunos momentos o durante toda la vida. Es el tipo de problema que no hace distinción de clase, raza o edad y es considerado una de las principales causas de sufrimiento en el ser humano.
La soledad envuelve algunos sentimientos
– El primero de ellos es el vacío en el corazón: Muchas veces viene acompañado de tristeza, falta de ánimo, desolación, ansiedad, necesidades de sentirse amado y carencia de atención por alguien.
– El segundo es el sentimiento del rechazo: La persona se siente excluida por un grupo de amigos, rechazada por la sociedad, familia e iglesia.
– El tercero es la sensación de inutilidad: Piensa que no tiene valor, pues absolutamente nadie siente atracción hacia ella. Estas personas recurren a los bares, grupos de encuentro e incluso a reuniones de la iglesia, en un vano intento de escapar de la soledad.
Infelizmente, permanecen solos y sin ningún tipo de conexión, que parece ser incapaz de construir relaciones significativas, participación social, racional, emocional y lo espiritual.
(…) El hombre es un ser social. En el inicio de la creación, Dios enseguida constató que no era bueno que él estuviera solo…
Existen al menos tres tipos de soledad: emocional, social y existencial:
– Soledad emocional: es aquella que involucra la falta o pérdida de una relación íntima con otra persona.
– La soledad social: es un sentimiento con falta de propósitos en la vida, lleno de ansiedad y vacío. Este tipo de soledad le hace vivir apartado de todo y al margen de la vida.
– Soledad existencial: se refiere al tipo de aislamiento que viene cuando la persona está lejos de Dios y no tiene ninguna comunión con lo eterno. Con esto no tiene sentido ni propósitos en la vida.
Me sentía sola y ansiosa de amor
Durante mucho tiempo, Taisa de 30 años se sintió sola y ansiosa, al no poder encontrar la pareja correcta con quien compartir su vida. “Siempre deseé casarme y ser feliz con mi pareja, pero luego de que mi relación terminara, perdí todas las esperanzas. Por un largo período estuve sola, sin relacionarme con nadie, ya que temía volver a lastimarme”, nos comenta.
La ruptura afectó su autoestima y empezó a creer, que era difícil que alguien se interesara en ella, “veía a mis amigas en pareja ser felices, casarse y para mí no había nadie. Llegué a creer que era fea y que no existía ningún hombre que se interesara en mí”, añade.
El cambio llegó al participar de las conferencias en la Terapia de la Amor, “empecé a confiar verdaderamente en Dios, sabía que Él prepararía el hombre correcto y que el momento cierto llegaría. Luego de un tiempo conocí al que hoy es mi esposo, él también participaba de la Terapia y como yo, estaba esperando a la persona correcta. Hoy estamos felizmente casados, ya no existe más soledad en mi interior”, finaliza Taisa.
Tú puedes ser feliz en el amor y nosotros podemos ayudarte. Participe todos los jueves a las 7H, 10H, 15H y especialmente 19H, en la Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil.