“Siempre busqué una vida mejor, pero nada salía como lo soñaba, eso me llevó a desistir de mis sueños. Pero, un día, aprendí que no sería por el mucho trabajar que conquistaría algo, sino por la Alianza con Dios y visión que Él da para que los objetivos sean alcanzados”.
Por 11 años tratamos junto a mi esposo salir adelante, pero nada funcionaba. Siempre tuvimos el sueño de tener nuestra propia casa, sin embargo, la situación que vivíamos no era nada favorable, hasta para pagar los servicios básicos era extremamente difícil. Siempre optábamos por las soluciones más fáciles en aquellos momentos, por eso siempre íbamos a vivir donde podíamos y no donde queríamos, a veces la casa era muy pequeña. Inconscientemente, yo aceptaba la situación, por eso no conseguía luchar por algo mejor. No tenía fe ni fuerzas, ni objetivos para alcanzar. Cansada de esto, un día acepté una invitación a la Iglesia Universal donde participamos de la reunión del Congreso para el Progreso. Aprendí a identificar mis errores en el área financiera, pasé a colocar en práctica lo que nos enseñaban cada semana. Aprendí a usar la fe en la Palabra de Dios y Él se manifestó en nuestras vidas. Las puertas se abrieron, tuvimos la oportunidad de comprar nuestra casa, así como carros y otros bienes.
Geraldin Gómez