Usted ya se sintió parada en el tiempo? Muchas mujeres se encuentran en esa situación en varias áreas de la vida, hasta en la fe. Ellas están presas a lo que vivieron y conquistaron en el pasado, y se olvidan de que la fe necesita ser cultivada todos los días para que pueda generar resultados.
Muchas solo saben recordar cosas del pasado, pues es fácil pasar por algo grandioso y después dejar de ser testimonio porque piensa que lo que hizo en el pasado es suficiente y usa eso por el resto de su vida.
Muchos están espiritualmente muertos y, por eso, la fe de ellos no tiene más efecto, o sea, ya no resulta en milagros y experiencias actuales con Dios.
Para que las vivencias de la fe sean diarias es necesario, en primer lugar, actuar con confianza en Dios y desafiarse a sí misma.
La experiencia con Dios no viene de la nada, sin usted haber hecho algo, al contrario, es algo desconfortable. Colocar la fe en práctica puede ser algo arduo, por eso muchas mujeres prefieren permanecer donde están.
Dios permite que Sus hijos pasen por situaciones desaadoras para que no queden con la fe estancada, sino para que la coloquen en movimiento. Como fue el caso de Ana (1 Samuel 1), Dios permitió que ella fuera avergonzada, para que ella reaccionara y usara su fe.
Dios le quiere usar, pero para que usted reaccione, las cosas deben quedar desconfortables. Cuidado para que no quede con su fe estancada.
“La fe está conectada a la fuente, o sea está en movimiento y en renovación diaria.”