Una investigación comportamental dejó al descubierto que una persona tiene como mínimo cinco grandes talentos.
Existen por ahí muchos abogados frustrados, ingenieros arrepentidos, administradores infelices, etc., debido a que escogieron la profesión por impulso y dejaron de lado el talento que tienen.
¿Sabe usted cuál es su talento? Hay quienes pasan toda la vida sin tener la respuesta para esa pregunta. Por eso, descubrir cuál es su habilidad e invertir en ella es el primer paso y lo más decisivo para alcanzar el éxito y la felicidad profesional.
No entierre su talento
No sirve de nada apenas saber qué talento tiene, es necesario invertir en él y hacer algo con ellos. Pregúntese sobre el tipo de trabajo que le gusta ejecutar o en qué área puede ser el Pelé, el Michael Jordan, el Muhammad Ali, o sea, el mejor del mundo.
Desarróllese
ellos esculpieron sus talentos con mucho entrenamiento. O sea, es completamente posible aumentar sus capacidades y habilidades, así como descubrir talentos innatos y desarrollarlos diariamente.
Era insegura y llena de miedos
A pesar de tener la profesión de tecnóloga médica no conseguía trabajo, dejaba carpetas y nunca me llamaban. Entonces decidí emprender, pero no resultó, no tenía cómo pagar el alquiler del local ni a las personas que me ayudaban; me endeudé con chulqueros, eso me llevó a la depresión. Me sentía presionada. Por quince años estuve en esa situación. Me volví una mujer insegura, nerviosa, con baja autoestima, tenía miedo y deseos de morir.
Cuando empecé a participar del Congreso para el Progreso mi mente y visión cambiaron, luché y conseguí un trabajo, fui pagando algunas deudas, pero no era suficiente. Dios me tornó una nueva mujer, vencí el miedo, la inseguridad y volví a emprender.
Hoy tengo una red de mercadeo, puedo viajar a donde sea, mis hijos estudiaron en Ucrania, tengo mi departamento y gracias a Dios no me falta nada.
Mi pacto con la Palabra me llevó a concretizar mis sueños.
•• Tecnóloga Médica Carmen Bennet