Las abejas forman una súper familia, como ya lo vimos en la edición pasada. Al igual que en las sociedades humanas, existe una diversidad de personalidades y maneras de formar «colmenas». Varias especies de abejas también viven de diferentes maneras.
En cuanto a su personalidad, ellas pueden ser sociales, solitarias y parásitos. ¿Dónde esto coloca a las madres? veamos:
Social: son aquellas que trabajan para que todos en su casa vivan en armonía. Ella, siempre está preparando una reunión familiar donde hace algo especial, porque para ella, demostrar que ellos son especiales es natural. Y sin embargo, todos viven distantes, se ayudan mutuamente, existe una unidad, porque ella invirtió en su familia. No educó a sus hijos para si misma, sino para que formen parte de otras familias que funcionen.
Solitaria: no dan cariño, no dan atención, y la excusa es «mis padres me trataban así», o «me parece algo forzado.» Están siempre muy ocupadas, sólo piensan en su propio bienestar, todo siempre tiene que ser a su manera, y trabajan pensando en satisfacer sus necesidades e intereses. Hay una idea errónea de que proveyendo de bienestar físico a su familia ya está haciendo su parte. Estas tienden a estar solas.
Parásitos: son aquellos que sólo quieren recibir, pero no aspiran a dar. Quieren ser apreciadas, pero no quieren apreciar. Exigen respeto, pero no dan respeto. Quieren aprovecharse de sus hijos poniendo en ellos responsabilidades que no les incumben, o expectativas que ella misma no alcanzó. Por lo general, sus relaciones están llenas de chantaje emocional. No les importa lo que piensan o aspiran, por lo general, no hacen ningún tipo de esfuerzo para conocerlos.
¿Será que existen diferencias entre abejas y abejas? ¡Sí!
Ellas se dividen de acuerdo a sus funciones:
Abeja reina – Realiza una labor muy importante, la reproducción. Cada colmena tiene una sola abeja reina. La madre tiene el poder de reproducir, no por tener niños alrededor, porque, como dice el refrán – ¡el mar no es para los peces! Pero entonces, ¿qué poder de reproducirse es el que toda madre tiene?
Tiene el poder para formar, de hacer de sus hijos un gran hombre/mujer de carácter, que hará lo mismo por sus futuras generaciones, y continuará el trabajo de reproducción.
La abeja reina representa a la madre que con sabiduría forma en sus hijos los principios de la fe en el Dios de Abraham, que se pasarán de generación en generación. Las abejas obreras: son las abejas que hacen todo el trabajo pesado. Proteger y limpiar la colmena, construir los panales, producir la cera, cuidar de las larvas, buscar y almacenar los alimentos.
Esta es la madre que es muy trabajadora, y organizada, disciplinada, no le gusta ver nada fuera de lugar – como el síndrome de Amelia. Es tan exigente que sus hijos la llaman aburrida, ella trata de reprimirlos. Ella se desgata tanto con el exterior que se olvida de invertir en la comunicación, los valores. Así que todo su esfuerzo se derrumba, es cómo construir un edificio sin una base sólida, que pronto se cae.
El Zángano – Su única función es reproducir, murió poco después del apareamiento. El zángano nace de un óvulo no fecundado.
Este es el retrato de la mujer que va a «reproducir» hijos en el mundo, sin padre, sin estabilidad, sin la menor condición física, emocional y económica. Así como ella está muerta por dentro, ella genera la muerte a otros. Ella no referencia a sus padres, y hace lo mismo con sus hijos.
En realidad, es una víctima de sus propios sentimientos, y lleva las heridas internas que busca llenar con varias relaciones.