El índice de mendicidad en el país va en aumento y, por desgracia, ese número se crecentó con aquellas personas que presas de un vicio se han lanzado a vivir en las aceras y portones de las casas.
Mientras el escenario empeora podemos percatarnos que los espectadores solo se disponen a presenciar el derrumbamiento y final de esa persona en lugar de extenderle una mano de ayuda que sobrepase a las palabras. en total contraste de esa realidad, los voluntarios de la Obra Social Universal semana a semana han demostrado que se puede ayudar y dar otra oportunidad a todos aquellos que se han refugiado en la calle y los vicios.
Brindandoles en lugar para acicalarse, ropa abrigadora y en buen estado, un plato de comida caliente y lo más importante un mensaje de vida que los impulse a cambiar.