El mayor y peor poder utilizado, disponible para el ser humano, es el poder de elegir. Casi nunca tenemos las opciones que nos gustarían para hacer nuestras elecciones, pero, cuando somos confrontados con una sola opción, aun así, podemos elegir cómo lidiar con ella. A nosotros no nos regalaron la opción de pasar por la pandemia, ella simplemente surgió y afectó a todo el mundo de una manera inesperada. Sin embargo, la manera en que las personas lidian con la pandemia ha sido una elección de ellas. Algunas eligieron el pánico, el miedo e incluso se quitaron la propia vida; otras, mantuvieron su espíritu fuerte, aprovecharon las oportunidades que derivaron de las dificultades y están pasando por la pandemia exitosamente.
Todo con lo que lidiamos, desde las pequeñas cosas, como la ropa que vestiremos, lo que comeremos, etc., abarca una elección. Nosotros elegimos si hablaremos con Dios o no, si leeremos Su Palabra o no, si iremos a la iglesia o no. Muchos han usado ese poder de la manera equivocada, para elegir malos caminos y tomar decisiones equivocadas. A fin de cuentas, ¿la vida que usted tiene hoy no es por todas las elecciones que hizo? Y su vida, de ahora en adelante, ¿no será la suma de sus elecciones? El poder de elegir es democrático, todo el mundo lo tiene: pobres, ricos, mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, negros, blancos, ateos, cristianos, porque es un poder dado por Dios a todos los seres humanos. Además, ¿la fe no es una elección? Muchos dicen que no creen en Dios, porque no tienen pruebas, pero ese argumento está muy equivocado. Yo elegí creer en Dios, no porque Lo veo, sino porque me dio la inteligencia de pesar todo lo que veo y concluir que Él existe.
En la historia del joven rico, en el Evangelio de Marcos, capítulo 10, vemos que su error fue hacer la elección equivocada. Cuando él Le preguntó a Jesús: “… ¿qué haré para heredar la Vida Eterna?”, conocía el valor de una herencia. Él había heredado la riqueza de su padre y sabía qué bueno era heredar algo por lo cual no se trabajó, por eso, quería heredar la Vida Eterna fácilmente. Jesús le dijo: “… Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz”, Marcos 10:21. Pero él eligió a la riqueza como su dios.
A veces, usted ora por algo y Dios le responde con otra cosa, porque Él, muchas veces, permite que seamos confrontados con situaciones inesperadas para descubrir lo que realmente está dentro de nosotros. Hoy usted tiene el poder de elegir lo que lo llevará más cerca de Dios, de la Vida Eterna, o más lejos de Él.