Nací con un defecto congénito en mi columna vertebral (espina bída). Por causa de esa situación y por otras cosas, me volví depresivo y me sumergí en el mundo de las drogas y del alcohol.
Lo peor de todo era que el tiempo pasaba y cada vez me involucraba más en ese mundo. Al extremo de involucrarme en pandillas y en la venta ilícita de drogas, pero todo eso no me satisfacía, porque nada me ayudaba a olvidarme de la situación en la que me encontraba.
No sabía que más hacer, cada vez mi situación empeoraba. Al ver que nada funcionaba, llegué a pensar que la muerte era la única solución para todos mis problemas. Mi vida estaba fuera de control, por esta razón prefería estar siempre bajo los efectos de las drogas que enfrentarme a mi dura realidad.
En búsqueda de una solución visité a brujos pensando que eso me ayudaría, pero no fue así, sino, que empeoró aún más. Todo cambió en el momento que un evangelizador me invitó a conocer el trabajo de la Iglesia Universal, acepté la invitación y a partir de ese día mi vida empezó a cambiar.
Persistiendo en el Tratamiento para la Cura de los Vicios, y usando mi fe, pude liberarme de la depresión, las adicciones y de todos los problemas que no me dejaban avanzar. Hoy mi vida está transformada porque he encontrado la paz que siempre estuve buscando.
•• Timothy Irizarry